El bullicio hace que me retraiga, y puede incluso haber miles de personas a mi alrededor. Pero esta noche, me siento sola otra vez.
Perdida en mis pensamientos, como siempre, alejada del mundo real, en esa nebulosa que me formo a veces para resguardarme viviendo algún que otro sueño mientras la vida pasa frente a mis ojos. Y después de eso, siempre, casi siempre...
Llego a lo mismo. No puedo evitar el torrente de sentimientos que se despiertan en mí día a día, pero a veces hay que saber dejar algunas cosas atrás para poder seguir creciendo. Y quién sabe. Algún día tal vez me vuelva a encontrar en el mismo lugar, decidida de una vez por todas a dejar de tropezar con la misma piedra que jamás pude correr de mi camino por haberme importado demasiado.